Cuando al fin te decidiste a sacar el fotógrafo que hay en vos, muchas personas te cuentan mitos que se han transmitido de boca en boca acerca de cómo ser un buen fotógrafo, al punto de dejarte llevar por ellos y creerlos ciertos.
La fotografía no está libre de mitos ya que muchos han sido inventados por los propios fotógrafos según sus experiencias, pero en el camino, estos consejos se han tergiversado, se han modificado o adaptado al gusto de cada persona. Por eso hoy te vamos a contar algunos de estos mitos y, lo más seguro, que desmintamos otros.
Eso sí, tomá en cuenta que en el largo camino para ser un buen fotógrafo, el aprendizaje diario y la práctica constante son las bases para ser el mejor.
A mejor cámara, mejores fotos
Este es uno de los mitos más conocidos, ya que muchas veces estás acostumbrado a ver a los fotógrafos profesionales de deportes, naturaleza o noticias cotidianas con grandes equipos y un sinfín de lentes para sacar sus fotos, y de ahí el mito, ya que siempre te han dicho que entre más costoso o cuanto más equipo tengás, será mejor la calidad de fotos.
Realmente la cámara que utilicés no es lo más importante ya que existen equipos para todas las situaciones y aquí debés analizar qué clase de camará tenés que comprar según sea el propósito para la cual la utilizarás. Una cámara costosa no te garantiza buenas fotos, lo más importante es el ojo y la agilidad que tengás detrás del visor o la pantalla.
Un buen fotógrafo siempre tiene que disparar en modo manual
Si querés llegar a ser un buen fotógrafo no podés tomar tus fotos en modo automático, siempre debés disparar en modo manual para controlar la cantidad de luz, la velocidad y el enfoque. Pero, ¿es realmente necesario siempre disparar en modo manual? Utilizar esta forma no te hará mejor o peor fotógrafo ya que lo que realmente importa es que conozcás y asimilés bien los distintos modos que trae tu cámara para tomar fotos: retrato, deporte, automático, paisaje, entre otros.
Cuando ya los dominés todos entonces podrás pasar al modo manual, el cual te permite regular manualmente el diafragma, la velocidad de obturación y la sensibilidad de la luz, que son opciones que te obligarán a pensar qué ajustes tendrás que utilizar dependiendo del ambiente de tu foto. No te preocupés si utilizás un modo automático o semiautomático, pues es válido para conseguir una buena imagen.
Para sacar buenas fotos necesito la luz del día
Otro mito que es muy popular es aquel que dice que solo con la luz del sol se pueden tomar buenas fotos y que cuando cae la noche es momento de guardar la cámara. Sin embargo, la mayoría de equipos incorporan sensores específicos para tomar fotografías en condiciones con poca luz, por lo que no deber ser un problema el que no haya sol.
Cuando la luz escasea podés recurrir a elevar el ISO (valor que indica qué cantidad de luz es necesaria para que tu cámara pueda captar una fotografía) o podés apoyarte con un flash externo. Cuando la luz natural se termina al final del día es hora de sacar nuestras luces artificiales.
Siempre hay que disparar en formato RAW
Tus fotos saldrán mejor si las tomás en formato Raw. En español crudo se define como el formato digital de imágenes que contiene la totalidad de los datos de la fotografía sin comprimirlos, como lo hacen los archivos JPEG. Estos archivos ocupan una gran cantidad de espacio en la memoria de tu cámara ya que contienen una gran cantidad de pixeles.
Por ejemplo, si necesitás que tus fotos se publiquen inmediatamente utilizás un formato comprimido como el JPEG y si querés darles una edición detallada utilizás el formato RAW, pero por su gran tamaño necesitarás ciertos programas instalados en tu computadora para descargar estas fotos.
Para la mayoría de usos que le damos a las fotos no necesitamos tener el archivo con la mayor calidad y puede ser que tampoco tengamos intención de realizar un retoque posterior. Así que con toda libertad dispará directamente en JPEG.
Todo lo arreglo con Photoshop
El mágico programa que lo arregla todo. Existe cierta tendencia a pensar que cualquier fotografía puede ser corregida con un retoque posterior. A veces el Photosho puede ser una herramienta muy útil, pero nunca debés abusar de ella ya que siempre tenés que enfocarte en que tu foto salga lo más nítida posible directamente desde la cámara, sin necesidad de un proceso de producción.