Hasta el 2005, durante las fiestas de fin de año, en muchos barrios y colonias era tradición que los jóvenes hicieran guerras de cachinflines; sin embargo, ahora esa actividad está relacionada a un delito que es penado por la Ley. Pero, ¿qué son los canchinflines y por qué están prohibidos? Aquí te contamos:

Los canchinflines son una especie de pirotecnia que consiste en un tubo de plástico lleno de pólvora y al encender su mecha salía disparado a gran velocidad y emitía un silbido -de ahí el nombre de silvador-. Durante las guerras era común que se formaran dos bandos y entre los participantes se lanzaran este tipo de petardos.

El problema con esta especie de “cohetillo” es que salía disparado de forma errática y con una trayectoria sin control, lo que ocasionó tragedias, como incendios en los que murieron varias personas.

La noche del 24 de diciembre del año antes mencionado, cinco hermanos, de entre 2 y 13 años, murieron carbonizados, en el asentamiento Santiago de los Caballeros, zona 6, cuando un silbador provocó un incendio en su vivienda, transformando la Nochebuena en una noche trágica que conmocionó al país y el día del entierro de las víctimas la familia pidió prohibir los silbadores.

El día 30 de diciembre las fuerzas de seguridad y de la Dirección de Atención al Consumidor, advirtieron a los vendedores de juegos pirotécnicos la prohibición de comercializar los silbadores y señalaron que de no acatar deberían pagar multas de entre Q25 hasta Q1 mil 990, además del decomiso de la mercadería.

Lamentablemente, esta acción no pudo evitar que ocurriera otra tragedia y el 20 de noviembre de 2006 18 personas fallecieron en un incendio provocado por la quema de estos petardos. En la tragedia también se destruyeron 132 locales en el Mercado de la Terminal, zona 4.

A pesar de lo ocurrido, el 13 de noviembre de 2007 la Corte Suprema de Justicia levantó la prohibición sobre los silbadores a solicitud de la Asociación de de Industria Pirotécnica. Fue hasta un mes después que la Corte de Constitucionalidad resolvió en definitiva prohibir la importación, producción, distribución y comercialización de silbadores.

En el inciso C del artículo 15 de la Ley de Especies Estancadas prohíbe importar, producir, fabricar, almacenar, depositar, distribuir y comercializar silbadores y canchinflines, por lo que se imputan multas de hasta Q 50 mil a quienes incumplan con esa restricción. Esto forma parte del Plan Belén, el cual fue diseñado con el objetivo de minimizar los riesgos de las personas que manejan pólvora.

Así que ya lo sabés, aunque parezca algo inocente, una travesura con silvadores puede convertirse en una gran tragedia.