Después de pensarlo varias veces y posponerlo todo lo posible, te felicitamos porque has tomado la importante decisión de bajar de peso. Puede ser que lo hagás por estética, por salud o por ambas razones, pero en cualquiera, el objetivo siempre será el mismo: hacer algo bueno por vos.

Perder peso no es una tarea fácil ya que conlleva mucho esfuerzo y sacrificios, pero es algo que bien vale la pena, no solo para verte mejor sino porque el sobrepeso y la obesidad son factores que afectan a corto y largo plazo tu calidad de vida. ¿Sabías que estos contribuyen a aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, metabólicas y hasta cáncer?

¡No esperés más y ponete en acción! Si no sabés por dónde empezar, nosotros de ayudaremos con estas ideas básicas para que logrés el cambio. Solo recordá que la disciplina y la constancia serán muy importantes para alcanzar tu meta, ¡ánimo, vos podés!

Tomá en cuenta las calorías

El gran secreto para bajar de peso es consumir menos calorías de las que gasta tu cuerpo.

Las calorías son una forma de medir la energía, en este caso, la que tu cuerpo utiliza para llevar a cabo las tareas cotidianas, desde respirar hasta practicar algún deporte o partido de fut, basket u otro que hagás en el recreo con tus amigos. Para perder peso debés conseguir que tu cuerpo recurra a las calorías que tiene almacenadas en forma de grasa corporal y esto únicamente lo lograrás al consumir menos calorías de las que tu cuerpo necesita.

La calidad de los alimentos que comás influirá en tu estado de salud, pero para adelgazar, las grasas saturadas, los alimentos poco nutritivos y las bebidas azucaradas no te servirán de nada.

La dieta es más importante que el ejercicio

Hacer ejercicio con regularidad es algo muy importante para llevar una vida sana ya que es una actividad que aporta muchos beneficios que van más allá de perder peso: elimina el estrés, la ansiedad y regula el metabolismo del cuerpo.

Considerando el conteo de las calorías que ahora tendrás que consumir, la regla básica es que la alimentación es lo que más influye en nuestro peso, pero si a esto le agregás una rutina básica de ejercicios, entonces lograrás más rápido tu objetivo y empezarás a verte y sentirte muy bien.

Adiós a las bebidas azucaradas  

Para eliminar las calorías que no aportan nada a tu dieta podés empezar quitándote todas las bebidas azucaradas, así que decile adiós a los refrescos, jugos y gaseosas.  Aunque pensés que nunca podrás dejarlos, te aseguramos que con empeño, paciencia, pero sobre todo, fuerza de voluntad, podrás prescindir de ellos y en pocos días ni te acordarás de su sabor.

 

Consumí más productos naturales

Comer frutas, vegetales y carne fresca es lo mejor para bajar de peso pues con ellos te asegurás del estado de los alimentos que consumís.  Muchas veces, los alimentos procesados no son los más saludables ya que contienen ingredientes que te impiden perder peso, como azúcares añadidos, sal, grasas de mala calidad, harinas refinadas entre otros.

¡Paciencia!

Perder peso no debería ser una carrera para conseguir resultados lo más rápido posible en el menor tiempo. En vez de eso, pensá que se trata de una forma de cuidar tu cuerpo y no te pongás en un plan estricto de dieta porque solo te desesperarás y abandonarás tu propósito de bajar de peso. Lo mejor es que cambiés de hábitos, hagás ejercicio y pensés positivo pues los resultados los verás a medio y largo plazo. ¡Suerte!