Sí, ya sabemos que no es lo más divertido levantarse a las 5, 6 de la mañana para salir a estudiar o trabajar. Tenés sueño y todavía hace un poquito de frío.
Por eso y para que no sea tan tortuosa la rutina de mañana, uno de los consuelos es tener calentador para que la ducha sea con agua tibia o caliente.
Sin embargo, y según expertos, bañarse con agua caliente no es lo mejor para tu salud. Al contrario, una ducha con agua fría podría traerte varios beneficios.
¿Te animás a intentarlo?
Según la dermatóloga Maureen Barahona, el agua caliente produce resequedad, uno de los principales motivos de consultas clínicas.
“En general la piel seca, ya sea por cualquier enfermedad al estar en contacto con el agua caliente suele resecarse tanto por evaporación como por ósmosis”, añade.
Además, exponerse constantemente al agua caliente reseca la piel y puede provocar deshidratación.
“Si deseamos la piel más humectada y tersa nos conviene agua tibia-fría —nunca caliente— con tiempos cortos”, comenta la médica, por lo que se refuerza la idea de evitar las temperaturas altas.
Bañarte con agua fría, además de favorecer a tu piel, también te ayuda a sentirte mejor durante la mañana. Te energiza y favorece la circuación de la sangre.
Si sos atleta, una ducha con agua fría también puede ayudarte a recuperarte más pronto. Además, porque vas a tener frío, tus duchas serán más cortas, por lo que vas a ahorrar agua.
¿Convencido? Ahora, a intentarlo.