¿Lo hago o no lo hago? Es la pregunta que muchos jóvenes se plantean hoy en día. ¿Es amor, deseo o pura curiosidad porque algunos amigos ya lo hicieron? Pueden ser muchas las razones que te impulsen a querer tener tu primera relación sexual a temprana edad, pero antes de tomar una decisión es muy importante que considerés algunos.
Antes de iniciar con tu vida sexual tenés que estar preparad@ física y psicológicamente ya que luego de este evento no hay vuelta atrás.
El sexo es una forma física de expresar amor verdadero hacia alguien. Tener una relación sexual puede ser gratificante cuando se tiene la madurez necesaria para afrontar todo lo que esto conlleva. Debés estar 100% seguro que es tu momento ideal y que la persona que has escogido es la apropiada para vos.
También es muy importante que conozcás tu cuerpo y cómo reaccionará al tener una relación, por ejemplo: cómo funcionan los órganos reproductores y cuál es su funcionamiento, cómo es el proceso de concepción y embarazo. Todo esto con el fin de estar preparado para evitar embarazos no planeados, así como enfermedades de transmisión sexual. Preguntate: ¿Sentiré vergüenza? ¿Estoy actuando solo por impulso y por creerme muy cool? ¿Estoy dispuest@ a dejar mis estudios y la vida que tengo para hacerme cargo de un bebé? ¿Soportaría vivir con alguna enfermedad de transmisión sexual?
Otro aspecto que debés considerar es el de tu virginidad. En muchos casos, las burlas de tus amig@s porque sos virgen te pueden hacer sentir mal, pero no te preocupés ya que la mayoría solo presume de sus experiencias cuando en realidad no las ha tenido o las mismas les han dejado bastante que desear, es por ello que necesitan hacerte sentir mal para olvidar estas malas experiencias.
Perder la virginidad no debe ser un trámite por el que todos debemos pasar ni tampoco una experiencia que al final te deje una sensación de frustración o inconformidad con vos mism@. En este punto debés de reflexionar cuidadosamente acerca de cuándo, con quién y cómo será tu primera vez. Analizá también tus valores y lo que querés para vos en el futuro. Preguntate: ¿Estoy preparad@? ¿Es esto lo que en verdad quiero yo? ¿Es una relación que vale la pena? ¿Estoy segur@ que después de esto, la relación seguirá y no era solo para probar la experiencia?
Consejos que debés tomar en cuenta
- Antes de precipitarte hablá con tu pareja y, sobre todo, si en algún momento pensás que lo que estás haciendo no está bien es mejor no continuar. Tomate todo el tiempo que necesités, ya llegará tu momento.
- Nunca actués por obligación o por la presión de tus amigos o pareja. El mantener relaciones sexuales se debe a un acuerdo mutuo. Nunca te veás forzad@ a hacer algo que no querrás ni mucho menos, presionar a la otra persona a aceptar.
- Informate acerca de los métodos anticonceptivos que hay para prevenir posibles embarazos y enfermedades de transmisión sexual (ETS), y cómo funciona cada uno. Utilizar un condón es responsabilidad de ambos, pero lo más importante que tenés que recordar es que el mejor método es la abstinencia.
Siempre, en cualquier momento, podés decir NO y cambiar tu decisión. Nadie tiene derecho a acosarte ni obligarte a tener relaciones sexuales contra tu voluntad; el acoso sexual es un delito y está penado por la ley. Y si te atormenta la idea de lo que puede o no pasar, informate con tus papás o con algún adulto de confianza (familiar, maestro u orientador vocacional) sobre los riesgos y consecuencias, y sobre todo, no tengás miedo a preguntar todo lo que necesitás saber ya que las dudas e inquietudes son normales.
Ser sincero con vos mismo es la mejor respuesta a la pregunta del por qué querés tener sexo y si en realidad estás en el momento indicado ya que el tiempo que dura un encuentro sexual es corto, mientras que sus consecuencias son para toda la vida. Pensalo y disfrutá el mejor regalo que tenés: la juventud.
Fuente: Lcda. Doriss Oliva, psicopedagoga y orientadora juvenil, kidscentergt@gmail.com