A todos nos guían a lo largo de la vida para estudiar, graduarnos, seguir una carrera profesional y así optar a un buen empleo. Sin embargo, en la actualidad, las modalidades de trabajo han cambiado y cada vez somos más los que nos animamos a trabajar de forma independiente.

Posiblemente pensás que hablar de ser freelance es sinónimo de inestabilidad laboral y financiera, pero estas afirmaciones no son totalmente ciertas.

“Hace 10 años comencé a hacer diseños de manera paralela a mi trabajo y desde hace cuatro lo hago por mi cuenta, con marcas importantes en el país que me permiten seguir creciendo como profesional y manejar mi tiempo según mi conveniencia”, comenta Juan Pablo Moreno, diseñador e ilustrador.

Pero también te surgirán preguntas como, ¿seré mi propio jefe? ¿tendré tiempo libre? ¿ganaré lo que espero? ¿cómo consigo clientes?, y así, la lista crece. Yo tenía esas dudas así que me di a la tarea de buscar algunos aspectos que son fundamentales en la vida de un freelance de fotografía, diseño y producción audiovisual, tres áreas que están revolucionando lo que vemos, oímos y sentimos.

 

Diseñador

Dicen por allí que todo entra por los ojos, pero diseñar va más allá de saber usar Photoshop, InDesign, Ilustrator y todos los programas existentes.

Hace unos días me junté con Raquel del Cid para que me explicara bien el rollo del diseño y la publicidad, aspectos que domina desde hace 4 años. “Cuando sos diseñador dejás de ver y empezás a observar, y tu espíritu se activa en modo creativo. Además, necesitás tener un conocimiento general amplio y tener ideas claras, sobre todo porque normalmente los clientes piden cosas sacadas de la manga”, dice.

Si querés ser un diseñador freelance, es fundamental que tengas a la mano tu portafolio, ya que esas referencias te dan credibilidad; además de tu computadora, WIFI y mucha curiosidad para conocer a tus clientes potenciales.

Según Raquel, el diseño es como cualquier carrera. Tenés que estar constantemente actualizado para ofrecer distintas alternativas y volverte competitivo. “Ahora, con la ayuda de Internet, podés ser autodidacta y aprender de tutoriales. El diseño gráfico es solo una de las áreas: hay animación, ilustración, entre muchas más”, comenta.

Juan Pablo y Raquel coinciden que para ser un diseñador freelance pro, lo básico es:

  1. Armar tu compu: debés tener un buen procesador, una excelente memoria RAM y un monitor de alta definición. Además, debe estar cargada con todos los softwares de diseño.
  2. Aprender a cobrar: puede haber precios establecidos, pero varían de acuerdo a los cambios, variantes y adaptaciones. ¡Los extras también se cobran!
  3. Orientar al cliente: a veces quieren cosas rebuscadas, pero vos sos el profesional. Asegurate de decirles por qué es o no, conveniente hacer lo que piden.

 

Productor Audiovisual

Brainstormings, tomas, guiones, renders, voz en off y muchas cosas más son parte del día a día de un productor audiovisual que quiere llevar las ideas de sus clientes a otro nivel. Si todo entra por los ojos, ¡los que nos dan imagen y sonido fijo nos engancha!

Tuve la oportunidad de coincidir con Diego Izeppi  de 21 años y me contó que se inició en el mundo de la producción audiovisual a los 18, con una cámara que le regaló su papá. “Yo empecé siendo fotógrafo y tener ese conocimiento me hizo querer saber más de este rollo. Un año después de hacer foto, ya había investigado bastante sobre audio, video y demás, y comencé a producir cosas pequeñas como freelance”, dice.

Para los productores actuales los tutoriales son los “dioses”. En el caso de Diego lo ha sido todo, ya que no tenía conocimientos y poco a poco se fue volviendo pro. Actualmente, cuenta con una productora llamada A&D Films, especializada en filmación en 4k, edición, pre y postproducción y efectos especiales.

“A veces, cuando sos freelance te preguntás si vale la pena todos los sacrificios que hacés. Sin embargo, yo he tratado de aprovechar todas las oportunidades, seguir aprendiendo, conociendo gente y no darle importancia a los horarios”, agrega.

Si vos querés lanzarte a este mundo audiovisual, no dejés a un lado esto:

  1. Aprendé a realizar guiones: esto será el punto de partida para saber qué hacer, qué no se hará y qué aspectos son fundamentales para la producción.
  2. Planificá: las carreras no son permitidas: dedicarle tiempo a la preproducción, producción y postproducción es fundamental. Estar en contacto con tu cliente hará que no te desviés del objetivo.
  3. Hacete de tu equipo: los básicos son cámaras fotográficas y/o video de alta definición, computadoras con programas de edición (Premiere y After Effects). Si tu presupuesto da, un dron es lo de hoy. Además, el equipo humano es fundamental.
  4. Aprendé a cobrar y a orientar: los precios varían de un trabajo a otro, pero podés tener rangos que te permitirán dar referencias.

 

Fotógrafo

En lo personal, la fotografía me encanta. Cada momento es perfecto para sacar una imagen. Tus ojos se vuelven lupas que encuadran objetos que a simple vista pueden parecer insignificantes, pero con tu lente los podés volver magníficos.

Para que me hablara de esto me junté con Billy Martínez, fotógrafo profesional y dueño de Render, quien me explicó muchas cosas acerca de cómo trabajar freelance en esta onda. “En esta área pensarás que el horario es muy flexible, pero cuando le entrás de lleno (no como aficionado), un día estás acá, otro allá y así se te pasa el tiempo. Sin embargo, si es tu pasión, esto es espectacular”, comenta.

“Sobre este tema tengo mucho conocimiento y mi experiencia ha sido buena. Me cautivó este rollo porque me gusta crear, experimentar, producir y sobre todo, inmortalizar momentos. Además, con la fotografía tenés la oportunidad de ser creativo y explotar toda tu imaginación. Algunos de los estilos son: realistas, publicitarias, artísticas, light painting, paisajes, retratos y muchas más que podés aprender en tutoriales”, agrega.

Por eso, si pensás convertirte en el mejor fotógrafo de tu especialidad, tomá en cuenta estos aspectos:

  • Sé experto en: ISO, composición, luz, apertura, profundidad, color, encuadre y balance de blancos.
  • Tené tu propio equipo: no hay chance de andar prestando. Por eso, hacete de una cámara pro, algunos lentes básicos (35mm, 50mm) y otros que dependerán de tu técnica. También necesitás un trípode, flash, rebotadores, entre otros.
  • Aprendé a cobrar: como en los anteriores, no podrás estandarizar, pero tratá de tener algunos parámetros para que tus clientes dimensionen el valor de tu trabajo. ¡No regalés sesiones aunque sean tus conocidos!
  • Hacé postproducción: algunas veces tendrás que retocar las fotos y debés conocer de programas de diseño como Photoshop o Lightroom.
  • Sé responsable: Esto aplica para cualquier tipo de trabajo. Tú sos la marca y los clientes satisfechos son la mejor fuente de publicidad y tus referentes para ampliar tu cartera laboral.

 

*Con información de Antonio Pineda.