Estás en una edad en la que tenés las hormonas todas alborotadas y el amor flota en el aire, lo más probable es que en algún lugar de tu entorno haya una persona especial que te hace sentir las famosas mariposas en el estómago, o traducido a un lenguaje menos romántico, te vuelve un manojo de nervios.
A veces la inexperiencia o el simple hecho de que te dejas llevar por tus emociones, hacen que comentas algunos errores que resultan contraproducentes al momento de ganarte el corazón de la persona que es objeto de tu afecto.
Hay cuatro errores que son muy comunes y pueden hacer una gran diferencia entre que te digan “sí quiero que seamos novios” o “es que no quiero arruinar la amistad”.
Si no querés que alguien más te gane a tu media naranja en potencia, evitá estos cuatro errores:
1. En una fiesta
El error más grande que podés cometer en una fiesta es tener miedo a acercarte a la persona por miedo al rechazo, no tenés que pedirle que bailen, simplemente podés acercarte y comenzar una conversación.
2. Redes sociales
Aunque la persona te guste mucho, y cada foto, meme o estado que comparte te encanta, lo mejor es no mostrar demasiado interés, porque probablemente terminés por convertirte en una molestia. Podes disfrutar del contenido que comparte sin manifestar tu agrado a cada cosa. Claro, un like de vez en cuando para hacerte notar tampoco está mal.
3. En el chat
Si gozas la fortuna de tener a la persona que te gusta en el WhatsApp o cualquier otra plataforma de chat, seguramente durante las conversaciones que mantienen, los segundos se sienten como horas cuando estás esperando su respuesta, especialmente si sabés que ya te leyó. Es importante que no te dejés vencer por tu impaciencia, recibirás tu respuesta en el momento correcto y si esta nunca llega, entonces habrá que ver si existe algún motivo o quizás el interés no es mutuo, de cualquier manera, no se vale que bombardeés a la otra persona con mensajes.
4. En el colegio
Es típico que cuando alguien te gusta, optés por molestarla para llamar su atención, esto puede resultar en algo contraproducente porque podés llegar a incomodar. Lo mejor es acercarte y de forma sutil y progresiva hacer saber tus intenciones, llega a conocer a la otra persona y deja que te conozca, hace que disfrute de tu compañía, esto también incluye saber darle espacio para que esté con sus círculos de amigos o haga otras actividades como estudiar o hacer algún deporte.