Muchas relaciones terminan cada año por culpa de los celos.  Según los psicólogos, estos pueden ser el arma más letal en una relación ya que si no se controlan, pueden llegar a ser fatales. Es normal que alguna vez elos hayás experimentado y no tenés que sentirte mal por estos sentimientos. El problema radica cuando se vuelven enfermizos, al punto que tengás serias discusiones con tu pareja a causa de ellos.

Por eso te presentamos 3 consejos que te ayudarán a manejar estas emociones y evitar que se destruya tu relación.

  1. Reconocé que tenés celos

Como en todo mal hábito o vicio, el primer paso es identificarlo y reconocer que tenés un problema. Los celos provienen de tu inseguridad y lo primero que debés hacer es analizar la situación en la que te encontrás y cómo esto afecta tu relación.

Hacé un listado de las situaciones que los provocan y planteate posibles soluciones a cada una. Únicamente por medio del autoanálisis podrás modificar tu conducta y obtener excelentes resultados.

  1. Trabajá con tus inseguridades

La inseguridad es el sentimiento más frustrante que hay y si no hacés algo para que desaparezca, nunca vas a ser feliz porque te pasará lo mismo con cualquier persona con la que estés. La mayoría de ataques de celos provienen de tu inseguridad y crecen por la falta de comunicación que creás con tu pareja a causa de ellos.

Tu falta de seguridad proviene de tu necesidad de control, por eso te pasa que cada vez que ves a tu pareja hablando con otra persona o sonriendo, o saludando a una amiga o amigo, los celos te vuelven loc@. Por lo general sentís que tu pareja le presta más atención a otra persona que a vos y esto te hace sentir ignorado, desencadenando un ataque de celos en donde discutís, llorás, haces falsas acusaciones arriesgando tu relación por algo tan simple como un saludo.

El secreto para evitar esto es simple: respirá profundo, pensá, analizá la situación y asimilá los hechos que te hicieron sentir mal; tomá en cuenta que el amor no es una cárcel y que cuanta más libertad y confianza deposités en la otra persona, más posibilidades tendrás que nunca se aleje de vos.

  1. Nunca reaccionés impulsivamente

Las decisiones basadas en impulsos nunca traen buenas consecuencias. Si reaccionás violentamente a una situación, lo único que conseguirás es alejar a tu pareja y luego el sentimiento de culpa únicamente te causará estrés, dolor, incertidumbre y, lo peor de todo, que tu pareja se canse de tus ataques de celos y tome la decisión de cortarte.

Recordá que si tu pareja quiere ser infiel siempre encontrará la forma de serlo a pesar de que pensés que tu relación es la mejor del mundo. Lo importante es que te relajés y te enfoqués en lo positivo que tienen ambos ya que solamente el amor y la confianza impedirán que se destruya la relación.

Fuente: Lcda. Doriss Oliva, psicopedagoga y orientadora juvenil, kidscentergt@gmail.com.