Miedo, desafíos, alegría y un sinfín de sensaciones son las que te generan regresar al colegio, y para muchos, el primer día de clases es el más importante del año escolar ya que lo bueno o malo que pase, dejará una huella imborrable en el recuerdo de todos.

Encontrar a tus amigos nuevamente, ver a tus maestros, e incluso el olor a nuevo de tus cuadernos son algunas de las experiencias agradables de ese primer día. Pero no todo es felicidad y aventuras, ya que para algunos alumnos, su primer día de clases no fue del todo lo que esperaban. Por eso, te presentamos a continuación algunas anécdotas curiosas que tuvieron algunos estudiantes en su primer día de colegio.

José – 16 años (Liceo Canadiense)

“Ese día me levanté desde las 4 a.m. porque estaba muy emocionado por iniciar el año escolar. Casi no pude dormir de los nervios, pero al llegar al colegio, mi sorpresa fue que mi corte de cabello no les pareció a los maestros, así que se lo informaron a la directora y ella de inmediato llamó a mi mamá porque me retirarían del colegio y solo podía regresar hasta que tuviera un corte que se apegara a las normas del mismo. Mi mamá apoyó la decisión de la directora y a pesar de mis súplicas y llanto, no pude disfrutar de las actividades de ese día. Fue algo muy frustrante ya que quería iniciar el año haciendo bien las cosas”.

Sandra – 14 años (Colegio Belga)

“Luego de las palabras de bienvenida, nos dirigimos al salón de clases y nuestra maestra encargada nos dio permiso de refaccionar en el aula antes de salir a recreo. Recuerdo que una de mis compañeras hizo una broma que me causó tanta risa, que el jugo que me estaba tomando me salió por la nariz. Mojé a varias de mis compañeras y todas comenzaron a reírse. ¡Qué vergüenza! Hasta la fecha, todas recuerdan lo sucedido y cada año tratan de hacerme reír para ver si vuelvo a hacer lo mismo”.

Lucía – 15 años (Instituto Normal Casa Central)

“Ese día me levanté tardísimo y ni siquiera me dio tiempo de desayunar, es más, casi ni logro peinarme; además olvidé mi lonchera porque mi papá me llevaría al Colegio y ya llevaba un buen rato esperándome. Al llegar, aparte de sentir vergüenza por llegar tarde el primer día de clases, mis amigas se comenzaron a reír porque en mis carreras, me puse zapatos distintos aunque eran de color negro. Quería salir corriendo a cambiarme, pero tuve que aguantar todo el día con esos zapatos”.

Ana – 15 años (Vanguardia Juvenil)

“El primer día de clases conocí a un chavo que se sentó a la par mía y me preguntó si me gustaban los Simpson porque ese día estrené una agenda que en la portada tenía a Homero. Yo le dije que sí, pero no pude evitar mirarle a los ojos y sentí que su mirada era muy tierna y no la apartaba mis ojos. Nos hicimos amigos y 2 meses después se me declaró. Es algo difícil de olvidar, ya que aún recuerdo esa mirada y su increíble sonrisa. En ese instante supe que el amor había llegado a mi vida”.