Justin Bieber se ha convertido en una celebridad perseguida en todo el mundo y esta vez no le quedó de otra que dejar su almuerzo para evitar a una turba de fans.

Todo sucedió cuando en su último viaje a Australia, el intérprete de “Sorry” decidió salir a caminar a la calle como cualquier persona para pasar un día tranquilo e ir a almorzar.

Pero sus admiradoras no tenían los mismos planes y conforme avanzaba el día, se fueron acumulando cada vez más personas para pedirle un autógrafo o tomarle una foto.

Cuando Bieber decidió entrar a un restaurante para poder disfrutar de un almuerzo, las fanáticas lograron ingresar a pesar de los esfuerzos del personal del lugar. Todo terminó con la policía escoltando al frustrado y hambriento Justin fuera del restaurante. ¿Creés que algunas veces las estrellas se arrepienten de su fama?

 

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