Daniel Radcliffe, el actor que le dio vida al famoso personaje de JK Rowling, Harry Potter, padece una enfermedad llamada dispraxia.

Esta condición es muy rara y consiste en una afección cerebral que dificulta planear y coordinar ciertos movimientos físicos. Entonces, quien la padece puede tener problemas para saltar, amarrarse los zapatos, mantener el equilibrio o mover la lengua para pronunciar las palabras correctamente.

La dispraxia no tiene cura, pero existen diferentes terapias que ayudan a quienes la padecen a desarrollarse mejor.

El actor lo sabe desde hace un tiempo y no ha intentado ocultarlo. Incluso ha hecho declaraciones al respecto: “A mí nunca me detuvo y algunas de las personas más inteligentes que conozco tienen discapacidades de aprendizaje. El hecho que algunas cosas nos resulten más difíciles solo nos hará que seamos más determinados, que nos esforcemos más y que seamos más imaginativos para encontrar soluciones a los problemas”, dijo a medios internacionales.

Definitivamente, Radcliffe ha logrado llevar bien su enfermedad y aunque no es noticia nueva, queríamos compartírtelo para hacerte reflexionar. Muchas veces, pensamos que la vida de los famosos es perfecta y anhelamos ser como ellos o bien, no valoramos todo lo que tenemos y que estamos sanos.