Debido a los cambios hormonales que se producen en la pubertad, es muy normal tener acné en la adolescencia.
Si tenés este problema, además de ir con un dermatólogo, podés ayudar a tu piel disminuyendo el consumo de algunos alimentos.
Conocé estos 7 enemigos de una piel sana y fresca, y decile adiós al acné.
1. Lácteos
Consumir demasiados lácteos perjudica la salud de tu piel por la cantidad de grasas que contienen.
2. Comida rápida
Usualmente este tipo de comida está hecha con una gran cantidad de aceites y grasas. La grasa no es escrictamente mala para el cuerpo humano, pero existe una diferencia entre las grasas buenas y malas. Por supuesto, no se trata que no puedas darte un gusto y comer una hamburguesa de vez en cuando o algunos pedazos de pizza, pero si disminuyes su consumo empezarás a notar una diferencia en tu piel.
3. Frituras
Las frituras son malas para tu cuerpo porque son cocinadas a altas temperaturas y hacen que los aceites se saturen. Si tenés ganas de picar algo entre comidas, es mejor que optés por una fruta.
4. Gaseosas
El azúcar es el principal componente en las aguas carbonatadas; y para que el cuerpo pueda combatir este incremento de azúcar en la sangre, comienza a producir insulina. Este proceso afecta directamente la producción de sebo, generándole problemas a tu piel.
5. Gluten
La licenciada en nutrición, Alejandra Flores, asegura que el gluten aumenta la inflamación intestinal y esto produce más bacterias intestinales que debilitan el sistema inmunológico. El resultado son los brotes de acné.
Algunos de los alimentos que tienen gluten son el pan, la pizza, las hamburguesas, los alimentos fritos, las salchichas, entre otros.
6. Picante
Aunque no lo creás, el picante en grandes cantidades puede perjudicar tu piel si padecés de acné. Acorde a la licenciada Flores, esto se debe a que las grandes ingestas de picante pueden inflamar el tracto digestivo. Si te gusta comer picante, te recomendamos que lo moderés para que tu piel mejore y veas un cambio en el menor tiempo posible.
7. Mantequilla de maní y la crema de avellanas
El problema con la mantequilla de maní y la crema de avellanas es que a ambas semillas se le agrega leche y grandes cantidades de azúcar al momento de su preparación. Si tenés muchas ganas de consumir alguna, procurá que sea en cantidades pequeñas.
Fuente: licenciada en nutrición Alejandra Flores. Correo electrónico: nutricionclinicaaf@gmail.com
