Si tu pareja le pone más atención a su celular que a vos, puede ser que tu relación esté siendo afectada por el Phubbing.

Pero ¿qué es el Phubbing?

Este término apareció en el 2007 con la creación de los teléfonos inteligentes. Puede definirse como el acto de ignorar el entorno por concentrarse directamente en un celular, Tablet, computadora o cualquier aparato electrónico.

Además de ser una falta de cortesía, esta actitud puede no solo afectar tu relación sentimental, sino tus relaciones interpersonales a nivel general. ¡Pero eso no es todo! Por si eso fuera poco, también puede conducir a trastornos mentales como:

La nomofobia que es el miedo a salir de casa sin el celular.

La FOMO (Fear Of Missing Out o el miedo a perderse algo) es una fobia que consiste en que las personas temen perderse algo que esté sucediendo en ese momento, como una fiesta o una cena.

Síndrome de la vibración fantasma: es cuando sentís que tu celular vibra y no es así.

 

¿Qué podés hacer?

Lo que NO tenés que hacer es acosar a tu novi@ con preguntas como: ¿Por qué solo usás tu celular cuando estás conmigo? ¿Quién te llama y por qué no querés contestar delante de mí? Esto solo hará que se ponga a la defensiva y no querrá escucharte.

Lo que tenés que hacer es hablar con tu pareja acerca de lo que esta actividad les afecta y cómo te hace sentir, y proponerle otras cosas para hacer juntos. Después podrán llegar a un acuerdo sobre qué tanto tiempo es prudente usar el teléfono mientras se encuentran juntos.  Según la licenciada en psicología, Renata Silva, es importante que podás expresarle a tu novi@ la importancia de tener rutinas en pareja y tener una plática para que renazca la comunicación.

 

¿Qué otras cosas pueden hacer para evitar este problema?

  • Bajar la frecuencia de los mensajes o llamadas
  • Establecer un tiempo prudencial para revisar sus redes
  • Buscar actividades que no requieran tener el celular a la mano, como patinar, salir en bicicleta, jugar boliche, etc.
  • Desconectar el Internet
  • Apagar el celular

 

Fuente: Renata Silva, Licenciada en Psicología. r.silvapsicologia@gmail.com