Usar tacones puede ayudarte a lucir elegante, estiliza tu figura y hace que tus piernas se vean más largas.

Lo malo de utilizarlos por un largo período de tiempo es que pueden llegar a cansarte e hinchar tus pies. Para que esto no te pase, te dejamos estos consejos para que los aguantés todo el tiempo que los usés.

Rebajá el tacón

Con unos centímetros menos sentirás la diferencia en la presión que ejercés en el arco del pie. No te desanimés, basta con elegir tacones que tengan 1 o 2 centímetros menos a lo que estás acostumbrada a comprar.

Utilizá plantillas

Colocar una plantilla de gel ayudará a que no te salgan ampollas y a sentir tu pie más descansado. Recordá cambiarlas cada 3 meses o cuando comencés a ver el desgaste para evitar que se rompan.

Descansá tus pies

Si utilizás tacones todos los días, lo más seguro es que conforme pasa el tiempo, cada vez los aguantés menos. Por eso, tratá de descansar tus pies y utilizalos alternadamente, un día sí y uno no.

No salgás con tus tacones nuevos

Cuando estrenás zapatos, el material no ha tomado la forma del pie y esto puede hacerte sentir incómoda, especialmente si vas a estar mucho tiempo parada. Para que se acomoden a tu anatomía, lo mejor es que los utilicés por períodos cortos de tiempo.

Elegí zapatos cómodos y holgados

Por lo general, los pies llegan a hincharse después de caminar y más aún si es verano. Si utilizás zapatos muy apretados puede agravar el problema y lucir esos tacones que tanto te gustan se volverá una pesadilla. Buscá zapatos que te queden súper cómodos o llevalos al zapatero para que les pueda estirar un poco más la piel y ya no te queden tan ajustados.

Usá tacón corrido

Si aún no estás acostumbrada a utilizar zapatos altos, los de tacón corrido pueden ser una buena opción. Este tipo de zapatos posee una plataforma que hará que tu pie tenga menos inclinación y, por lo tanto, te cansarás menos. Para usarlos solo tenés que fijarte que combinen bien con el outift que escojás.