Seguramente, lo primero que querés hacer al darte cuenta que tenés una espinilla es eliminarla.

Estos detestables granos rojos se producen por un exceso de secreciones sebáceas que crean un tapón en tus poros. Para evitar esta obstrucción es necesario que retirés el exceso de células muertas que están en la superficie de tu piel.

Para deshacerte de las espinillas sin dejar marcas, seguí estos pasos:

  1. Limpiá tu rostro con desmaquillante o un gel para purificar tu piel.
  1. Para que la secreción de la espinilla salga más fácil y sin causar lesiones, debés abrir los poros de tu piel con la ayuda de vapor. Para eso, podés tomar una ducha con agua tibia o caliente durante 20 minutos. Al finalizar secá tu cara con una toalla limpia.

 

3.Luego debés sumergir un hisopo o algodón en agua oxigenada y pasarlo por el grano. Esto eliminará las               bacterias que están en tu piel y reducirá la posibilidad de infecciones.

 

4.¡Es hora de deshacerte de la odiosa espinilla! Con tus dedos índices (tus uñas deben ser cortas para no lastimarte) apretá solamente los granos que han madurado. Es decir, aquellos que tienen una punto blanco en el centro.

 

5. Si pese a todos los cuidados llegás a lastimarte y te dejás una herida, colocá sobre ella una gasa o un poco de algodón. Limpiá la zona dañada y asegurate de eliminar cualquier residuo de secreción o sangre.

6. Finalmente, cerrá tus poros. Para eso podés usar un tónico facial acorde a tu tipo de piel. No te tomés a la ligera este paso porque de lo contrario, la suciedad volverá a incrustarse en el poro recién abierto.

Recordá que extraer las espinillas es un tratamiento muy agresivo para tu piel y debe realizarse solo una o dos veces al mes. Lo mejor que podés hacer para evitar estos odiosos granitos es reducir el consumo de ciertos alimentos y exfoliarte e hidratar tu piel semanalmente con productos dermatológicos libres de alcohol.